Corría el tercer cuarto en el Fiserv Forum y los Bucks, de Giannis y Lillard ganaban sin alardes pero sin apuros a Detroit, cuando Giannis Antetokounmpo cruzó la pista, atacó el aro, y finalizó con un poderoso mate sobre Isaiah Stewart.
El griego, cobrándose su particular venganza del tapón que el de los Pistons le había puesto en la primera parte, le lanzó una mirada desafiante como queriendo decirle que una sí pero dos no. Y sin saberlo, estuvo a punto de costarle el partido a Milwaukee.
Porque los colegiados consideraron que dicha mirada había sido lo suficientemente intimidante como para ser merecedora de una falta técnica y por tanto, dado que Giannis había recibido una por protestar en la primera parte, de expulsión. Incrédulo, tuvo que poner rumbo a vestuarios y dejar a los suyos desamparados. Y casi lo pagan caro.
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Detroit reaccionó con un parcial de 14-33 con el que cambió por completo el signo del encuentro, y de la mano de un descomunal Marcus Sasser, que firmó en la segunda parte 22 de sus 26 puntos, y de los 33 con los que terminó Cade Cunningham, puso contra las cuerdas a unos Bucks que parecen incapaces de firmar un partido redondo al completo. Los de Wisconsin llegaron a verse 10 abajo en el último cuarto, y sin su gran estrella y con Khris Middleton de descanso, tuvieron que fiarlo todo a Damian Lillard. Y el base, pese a que no estaba firmando precisamente un gran encuentro, llegó al rescate.
Los problemas que Dame parece arrastrar para anotar desde el triple desde su llegada a Milwaukee no desaparecieron en el último cuarto, pero a base de bloqueos directos y de atacar la pintura se erigió como salvador de un equipo en el que a ratos parecía no haber más hombres en ataque. Con 18 tantos en el último cuarto (33 en total), el ex de los Blazers recogió a los suyos de la lona para lograr casi en solitario un parcial de 19-7 en los últimos minutos, lo que suficiente para colocar el 120-118 final en el marcador y salvar la papeleta para los de Griffin. Que, con todos los problemas que están teniendo, empatan con Boston por la segunda posición del Este con un balance de 5-2.
No obstante, pese a que Lillard se encargó de remontar el choque casi por su cuenta, contó con la inestimable ayuda de Brook Lopez para cerrarlo. El pívot se encargó de anotar un triple fundamental en el último minuto y de poner un tapón a Cunningham que evitó que Detroit recuperara la delantera a falta de 12 segundos, cobrando protagonismo en un duelo en el que su tempranero problema de faltas le dejó un tanto al margen a ratos.
Su presencia en la pintura fue sin embargo fundamental para sostener la defensa de Milwaukee, que tras sufrir la explosión de Sasser logró rehacerse y cerrarse para cortar el ritmo visitantes en el tramo decisivo. Griffin optó por una zona 2-3 que sirvió para poner fin al buen momento de Detroit, permitiendo a los de Wisconsin sumar su tercera victoria consecutiva en este inicio en el que siguen tratando de adaptarse a los cambios en la plantilla.
