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Yadier Molina espera su tour de despedida ahora

“Estaba pensando sobre ir a Cincinnati y escuchar todos esos abucheos allí, ir a Chicago, escuchar todos esos silbidos. Será algo fantástico”, dijo Molina. “Será un tremendo momento poder ir allá y que me abucheen”.

SAN LUIS.- El puertorriqueño Yadier Molina vio la forma en que terminaron las carreras de Derek Jeter, el panameño Mariano Rivera y el dominicano David Ortiz. Al anunciar antes de su última temporada que tenían previsto retirarse, disfrutaron de sus propios tours de despedida. Recibieron regalos, reconocimientos, aplausos y abucheos mientras hacían su último viaje por la temporada de 162 juegos.

Yadier Molina

Molina quiere algo de eso  y un aspecto en particular.

“Estaba pensando sobre ir a Cincinnati y escuchar todos esos abucheos allí, ir a Chicago, escuchar todos esos silbidos. Será algo fantástico”, dijo Molina. “Será un tremendo momento poder ir allá y que me abucheen”.

Ése es el recorrido que Molina está preparando para sí mismo, al anunciar antes del partido del miércoles contra los Tigres que se retirará al finalizar la campaña del 2022. Molina pondrá fin a lo que será una carrera de 19 temporadas, todas con San Luis.

¿Por qué es el 2022 el año en el que Molina ha decidido retirarse, poniendo fin a lo que será un currículum con al menos 10 convocaciones al Juego de Estrellas, nueve Guantes de Oro, cuatro Guantes de Platino, dos títulos de Serie Mundial y un Bate de Plata?

“Bueno, ya es suficiente”, dijo Molina entre risas. “Miren, 19 años es una carrera bien larga y mi posición es bien dura. Ahora mismo, me gustaría dar lo mejor de mí y voy a entrenar bien fuerte, pero es difícil mantenerle el paso a este juego a un nivel alto cuando tienes 39 años”.

Si los deseos de Molina se cumplen, cada uno de esos premios y logros aumentarían por uno. Especialmente el número de títulos.

“Yo estoy bastante seguro de que voy a poder terminar bien fuerte el año que viene y trataré de traer otro trofeo para San Luis este año y el siguiente”, apuntó Molina. “Eso sería maravilloso, ganar (la Serie Mundial) en años seguidos y terminar con una temporada ganadora”.

Había pocas dudas sobre el lugar en el que Molina quería terminar su carrera. La pasada temporada muerta – su primera como agente libre – había dicho que quería evitar la agencia libre este invierno a cualquier costo. Su deseo era regresar a San Luis y quería asegurar eso rápido.

Sentado al lado de Molina, el presidente del departamento de Operaciones de béisbol de los Cardenales, John Mozeliak, afirmó que ésta fue “la negociación más rara” de la que ha sido, tratando de armar los detalles de un último año de contrato con alguien a quien considera un “tesoro, una persona icónica”.

El proceso empezó hace un mes y medio y rápidamente se encontró la forma de que el legendario jugador de los Cardenales tenga una última gira por la liga.

“Cualquiera que haya sido parte de los Cardenales en los últimos 20 años debería considerarse bien afortunado, porque ha sido parte de la carrera de este hombre”, comentó Mozeliak.

La 19na temporada de Molina seguramente pondrá los toques finales a una carrera que terminará en Cooperstown. En el peor de los casos, Molina tiene asegurado su puesto en la historia de los Cardenales, donde el retiro de su número y el ingreso al Salón de la Fama del club son casi una garantía.

Molina quiere mantenerse alrededor del equipo como leyenda de los Cardenales después de retirado.

“No veo la hora de ponerme la chaqueta roja”, reveló Molina. “Son 21 años siendo parte de esta organización. Ver cómo tratan a sus leyendas aquí es algo grandioso. Yo también quiero hacer eso. Cuando tienes a personas como Lou Brock, Red (Schoendienst), todos esos hombres – en paz descansen – sientes que quieres ser parte de eso, de todo lo que hicieron después del béisbol, de sus carreras. Uno piensa en ser parte de eso, venir aquí y vivir esos momentos y los juegos después de retirado. Estamos esperando poder hacer eso”.

¿El otro gran deseo de Molina? Que también regrese Adam Wainwright, quien ha dicho estar pesando si quiere jugar una campaña más. Wainwright abogó a favor del regreso de Molina durante todo el invierno pasado con mensajes de texto diarios y llamadas telefónicas. Un año más juntos probablemente solidificaría la batería Molina-Wainwright como la más longeva en la historia de Grandes Ligas. Ahora mismo, podrían llegar a 300 aperturas juntos antes de que termine la presente campaña.

“Ahora me toca a mí hacer eso; es mi turno de llamarlo todos los días”, dijo Molina.

Molina también tendrá tiempo para pensar en qué estadio recibirá más silbidos. Chicago y Cincinnati son los más obvios. Y probablemente Nueva York, donde Molina ayudó a los Cardenales a ganar la Serie de Campeonato de la Liga Nacional del 2006 contra los Mets en el Shea Stadium con un cuadrangular decisivo en el Juego 7.

Abucheos, aplausos, tributos, un último viaje al Monstruo Verde (San Luis enfrentará a Boston el próximo año). Molina espera recibir con los brazos abiertos y su gran sonrisa todos esos momentos.

“Esperamos que la gente responda; eso sería grandioso para mí”, dijo Molina. “Sería Fantástico. Estaríamos bien agradecidos por algo así”.

Fuente: MLB

Foto gracias a: MLB

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