El presidente de operaciones de béisbol de los Padres de San Diego, AJ Preller, dijo que no fue una decisión fácil cambiar al jardinero estrella Juan Soto a los Yankees de Nueva York el miércoles en un éxito de taquilla de siete jugadores.
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«Es muy difícil llegar a un acuerdo en el que se cambia a un jugador del calibre de Juan Soto, pero si lo hiciéramos, queríamos asegurarnos de cubrir muchas necesidades.
Pudimos conseguir algo de profundidad con calidad. » dijo Preller.
Soto y su compañero jardinero Trent Grisham fueron enviados al Bronx por un paquete de jugadores formado alrededor de los lanzadores Michael King, Jhony Brito, Randy Vásquez y Drew Thorpe, además del receptor Kyle Higashioka. Preller dijo que no podía dejar de agregar tanta profundidad de lanzadores a la organización.
«Necesitábamos lanzadores», dijo Preller. «Sabíamos que teníamos algunas deserciones de agentes libres aquí esta temporada baja… Tenemos algunos lanzadores que, desde nuestra perspectiva, estarán con nosotros durante los próximos cuatro o cinco años. Un grupo con el que podemos construir».
Preller y los Padres comenzaron la temporada baja con cuatro lanzadores clave ingresando al mercado de agentes libres: Blake Snell, Michael Wacha, Seth Lugo y Nick Martínez. Eso dejó su rotación inicial vacía más allá de Yu Darvish y Joe Musgrove.
La adquisición de lanzadores no fue el único factor en el intercambio de Soto. Preller dijo que el acuerdo les da a los Padres más flexibilidad en la nómina y la oportunidad de mirar a otros jugadores en la agencia libre.
«Tienes un presupuesto y tratas de hacer que el equipo trabaje dentro del presupuesto», dijo el ejecutivo, según 97.3 The Fan. «Definitivamente nos da dos cosas: algo de flexibilidad y también algo de claridad sobre cómo será el resto de la temporada baja».
Soto, quien se proyectaba que ganaría $33 millones en salario la próxima temporada a través del arbitraje, era un candidato improbable para una extensión para los Padres. Preller dijo que nunca se hizo una oferta formal de extensión, pero las conversaciones con sus representantes hicieron sentir que era poco probable que firmara una.
